Terapia Conductista o Cognitiva

¿Qué es la terapia conductual - cognitiva?

La Terapia Conductual o Cognitiva es uno los tratamientos psicológicos más empleados en Uruguay y en todo el mundo en los últimos 35 años. Su premisa básica es que a lo largo de la vida se adquieren estilos de conducta y esquemas de pensamiento que pueden ser más o menos convenientes. 

Desarrollamos hábitos de pensamiento y acción
De acuerdo a este enfoque, las personas desarrollan estrategias para enfrentar problemas, formas de relacionarse con sus semejantes y de reaccionar ante las pérdidas o el peligro. Adquieren una visión de sí mismos (de sus condiciones y debilidades), de los demás y del mundo en general: cómo deben ser las cosas, cómo alcanzar sus metas y cómo manejar las dificultades.

Hábitos limitantes o improductivos
Algunos de estos hábitos son útiles, pero otros resultan limitantes o interfieren seriamente con la vida del sujeto. Es el caso de las conductas sumisas, agresivas o impulsivas, actitudes depresivas e indecisión. Las personas desarrollan también temores irracionales, obsesiones, disfunciones sexuales y otros desórdenes emocionales. 

¿Cómo se desarrolla la terapia?
El propósito de la terapia es ayudar al paciente a cultivar nuevas formas de pensar y de actuar que le permitan enfrentar sus problemas con mayor eficacia, relacionarse mejor con sus semejantes, expresar sus emociones de manera adecuada y aumentar su resistencia a las frustraciones. Se apunta en general a mejorar su funcionamiento social, familiar, laboral y de pareja. Sus principales características son las siguientes:

  • Tratamiento centrado en los problemas actuales del paciente. Aunque se analiza la historia del sujeto, así como el origen y evolución de sus problemas, la terapia se orienta principalmente a desarrollar estrategias para enfrentar sus dificultades actuales y desafíos futuros.

  • Definición clara de objetivos. Se procura establecer objetivos concretos y se trabaja en función de los mismos. Dichos objetivos pueden ser puntuales (superar una fobia o una disfunción sexual), pero más frecuentemente son complejos: tomar decisiones trascendentes, encarar la disconformidad crónica con la propia vida, manejar conflictos familiares, mejorar el desempeño social, etc. Se considera que la terapia es eficaz cuando contribuye a alcanzar estos objetivos.   

  • Enfasis en las causas que mantienen el trastorno. Se procura identificar los “pensamientos automáticos” y otros mecanismos que disparan reacciones inconvenientes, emociones negativas y comportamientos improductivos.

  • Terapia activa. El sujeto aprende y ensaya nuevos esquemas de pensamiento y estilos de conducta más eficaces.

  • Diálogo abierto y natural: paciente y terapeuta discuten libremente los distintos temas. Se evita la relación “vertical” y la dependencia: el terapeuta y su paciente conforman un equipo de trabajo para examinar las situaciones que atraviesa el paciente, el modo como este piensa y reacciona ante ellas y las opciones disponibles. 

  • Enfasis en la adquisición de habilidades: se procura que el paciente adquiera herramientas tales como habilidades de comunicación, de resolución de problemas, de negociación, autocontrol de la ansiedad, etc. para hacer frente a futuros desafíos.

     En el CENTRO DE TERAPIA CONDUCTUAL se emplea esta modalidad de tratamiento y orientación psicológica.
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Lorenzo J. Pérez 3172/004 – Montevideo, Uruguay - Tel/Fax: (598) 2709 1830 - E-mail: terapiaconducta@gmail.com

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